“Me divertí muchísimo con usted o tal vez deba decir gracias a usted, por eso y porque no suelo responder si no es con los puños, he decidido ignorar la mierda que escribió sobre mi ‘Tener y no tener’”.
Así empieza la última de las dos cartas que Hemingway envió a Borges.
“No me malentienda: no le guardo rencor”, continúa Hemingway, “incluso he decidido hacerle un regalo”.
El obsequio consistía en una edición “in quarto” de “Rey Lear” del año 1620.
En la carta, el estadounidense le explica a Borges que cierto amigo en París descubrió, “no me dijo dónde o cómo”, esa tercera edición “in quarto” – se conocían solo dos – y que pese a ser una joya, “está dispuesto a venderla por un buen precio a un amante de Shakespeare. Sé que usted cumple mejor que yo con esa condición”.
Para entonces, la obra de Borges ya era conocida en Europa, por lo que, según Hemingway, no fue difícil convencer al coleccionista para que vendiese el libro. Concluye la carta con las indicaciones para contactarlo, adjuntándose algunas fotografías.
La historia hubiera quedado inconclusa, pero en 1999 se hallaron fragmentos de un diario de Bioy Casares que mencionan el episodio[1].
Borges, pese a sospechar un engaño, no pudo resistirse y le propuso a su amigo que le hiciera un préstamo. “Naturalmente, jamás pensé en cobrárselo”.
El dinero llegó a Francia, pero el libro no a Argentina.
Enviaron cartas, contactaron amigos, sin conseguir cosa alguna. El comerciante se había esfumado.
Borges estuvo amargado durante meses, hasta que una tarde, después de almorzar con Silvina Ocampo, le pidió a Bioy que lo acompañara al correo.
“A estas alturas, importa poco lo que piensen de mí, pero si no mando esta carta estaré intranquilo. Tome, léala.”. En inglés decía:
Hemingway:
Felicitaciones, la broma lo ha convertido en uno de sus personajes. Claro, usted y yo sabemos lo poco que valen.
Cordialmente:
J.L Borges
[1] Ediciones Destino no los incluyó en “Borges” (2006), acaso respetando la decisión de Bioy Casares de eliminar los fragmentos en el proyecto original.
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Buenos dias. Me gustaria ver las cartas de Hewmingway y Borges. Dónde pueden leerse?
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En internet hay el texto de una carta de Hemingway a Borges escrita desde Finca Vigía, pero parece que es apócrifa.
Si buscas «carta de Hemingway a Borges» en Google la vas a encontrar. Saludos.
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Pobre Borges, el era de los que creía en en la palabra de los sajones.
Eso quizás le viene por la contaminación genética del 60% de la población argentina por el «virus cipayo».
Es un virus que una vez que se incorpora al genoma hace que el individuo se sienta feliz solo fuera del país natal. En el extranjero es buen ciudadano y se comporta mucho mejor que en su tierra y además ve las bondades en especial de los paises sajones. Cuando vuelve a la Argentina siente la «abstinencia» de esa felicidad y ahorra , trabaja, roba y se corrompe con tal de volver donde su «gen cipayo» lo impulsa a sentirse feliz, es decir en el extranjero. Por eso los restos de Borges descansan en Suiza. Digo…no? Saludos y buen blog.
PD: CIPAYO: Soldado indio de los siglos xviii y xix al servicio de Francia, Portugal y Gran Bretaña.
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Borges no lo hubiera hecho pero como tengo la libertad de no ser Borges le digo que es ud un tremendo pltdo y se ha expresado de manera de que no.quede duda alguna.
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